Cada vez hay más personas que se atreven a crear su propia app. Este hecho viene fomentado porque hay herramientas que te permiten crear apps sin apenas conocimientos de programación. Aunque la barrera inicial se traspase, no hace falta saber programar, hace falta tener en cuenta varias cosas más:
- Un Mac
- Trastear Xcode.
- Persistencia para crear tu app.
- Paciencia para crear los certificados pertinentes antes de enviar tu app a la Apple Store.
Solventada la primera fase, hay que enfocarse en la calidad de nuestra app, que no por no saber programar tiene que ser una app de baja calidad.
Para eso están herramientas como «Sencha» con la que se pueden crear animaciones y diseños gráficos de calidad profesional. Con este tipo de gráficos se pueden crear desde juegos, fondos de pantallas y hasta ebooks.
Siempre hay una curva de aprendizaje en este tipo de programas, pero da mucho mejor resultado que hacer uno mismo el diseño gráfico, sobretodo cuando no eres diseñador.
También tienes webs como fiverr o Odesk, donde puedes delegar a terceros las partes de tu proyecto en las que no puedes o quieres implicarte. Porque si la velocidad en lanzar tu app es importante (debes de tenerlo claro), también lo es que la calidad sea en todo momento profesional si quieres tener unas mínimas probabilidades de éxito.
Cuando tengas publicadas algunas apps en la apple Store, verás que los usuarios no suelen ser amigables cuando se trata de valorar tu aplicación. Por haber pagado unos pocos euros, si no es lo que esperaban, en seguida corren a escribir. Pero si les gusta… No te dejarán ningún comentario, es la vida.
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